Quienes
trabajamos en las empresas de cristalería
de Gijón
sabemos que, en algunas ocasiones, puede ser necesario contar con
unos buenos cristales blindados. Los escaparates de los establecimientos comerciales,
las mamparas que se colocan en muchas farmacias y oficinas de loterías, las
cajas de algunos bancos... son algunos de los espacios en los que has visto muchas
veces este tipo de vidrios y de los que hoy te vamos a hablar.
Sin duda, los cristales de este tipo son los más
resistentes que puedes encontrar en las empresas
de cristalería de Gijón. Son los
únicos que ofrecen una seguridad total contra un ataque directo hacia el propio
cristal, incluso aunque ese ataque se produzca con armas de fuego.
Un cristal blindado es una composición que se crea con la unión de varias láminas de vidrio y de láminas de plástico
fundidos al mismo tiempo en un proceso que se conoce con el nombre de “laminación”.
Al terminar este proceso se conseguirá una pieza única cuyo grosor puede variar
entre los 15 y los 66 milímetros, en función del nivel de protección que se
esté buscando.
La composición que se puede considerar más típica del cristal blindado
incluiría siete capas. La primera sería de cristal, seguida de otra de
polivinil butiral, otra de cristal, más una de polivinil butiral, otra de
cristal, una de poliuretano y otra final de policarbonato.
La dureza del cristal, unida a la elasticidad de los otros materiales, hace que
el blindaje pueda absorber la energía del impacto de un proyectil. En caso de
rotura de alguna de las láminas del cristal, sus esquirlas se quedan adheridas
a las capas intermedias.
Para la instalación de cristales blindados puedes confiar en los técnicos de la Carpintería de Aluminio y Cristalería
Joisa.
