Como profesionales dedicados a la carpintería de aluminio en Asturias, queremos hablarte a continuación sobre los primeros pasos de este metal: para qué se utilizaba, cómo se descubrió, qué personas influyeron en su desarrollo…

Lo primero que queremos decirte es que la palabra ‘aluminio’ procede de ‘alumen’, un vocablo de origen latino que podemos traducir al español como ‘alum’ o ‘alumbre’, un tipo de sulfato doble compuesto.

¿Sabías que en la época de la Grecia y la Roma antiguas se usaba el aluminio como astringente y mordiente en tintorería?

Louis-Bernard Guyton de Morveau, un francés de prestigio, fue pionero en llamar alúmina a la base de alumbre en 1761. Años más tarde, en 1787, Antoine Lavoisier restó validez a la denominación de Guyton de Morveau al afirmar que no era más que un mero óxido de metal.

Como empresa de referencia en la carpintería de aluminio en Asturias, nos gustaría contarte también que fue el científico alemán Friedrich Wohler quien descubrió el aluminio como elemento químico. Otro nombre clave en la historia del metal fue Sir Humphry Davy, quien propuso denominar aluminio a dicho material.

El aluminio, si se aprecia en su estado puro, se distingue por su color blanco y plateado. Entre sus propiedades, debemos subrayar que no genera chispas, es ligero y no es ferromagnético. Debemos señalar, de igual manera, que es uno de los metales más abundantes en el planeta Tierra, además de ser muy maleable.

Para cerramiento de aluminio, no dudes en contactar cuando lo desees con Carpintería de Aluminio y Cristalería Joisa.